Entendemos el Desarrollo Predial Agroecológico como un proceso de planificación, desarrollo, evaluación y sistematización de la agricultura de manera integral en un espacio concreto con sujetos y contextos específicos. Implica: la familia, el aspecto vegetal, animal, el suelo, el agua, el aire y la relación que entre ellos se establece.
El Desarrollo Predial Agroecológico es un sistema que se va construyendo progresivamente y prefigurando lo más parecido posible el equilibrio natural. ¿Por qué es un sistema? Porque sus componentes están íntimamente interrelacionados y cada uno depende del otro.
El sistema agroecológico es dinámico y en permanente construcción. Se basa en la investigación y sistematización de los acontecimientos que en el predio ocurren, lo cual nos permite hacer ajustes necesarios, correcciones e incorporación de técnicas para mayor cualificación y mejorar los resultados en términos económicos, ambientales, políticos y sociales de este espacio productivo, tecnológico, cultural y sustentable.
El Desarrollo Predial Agroecológico, parte de la siguiente interrogante: ¿cómo alimentar a la población desarrollando tecnologías de bajos insumos e impacto ambiental?, ese es el gran reto y en función de esta construimos una planificación inicial que toma en cuenta el contexto, las condiciones climáticas y ambientales, los recursos disponibles, la necesidad de la familia.
Además de las siguientes estrategias:
• Manejo Agroecológico del Suelo
• Policultivos
• Rotación de Cultivos
• Cosecha de Agua
• Crianza Apropiada
• Tecnología Socialmente Apropiable y Ambientalmente Apropiada.
Dentro del Desarrollo Predial Agroecológico se debe manejar de manera adecuada la simbiosis: Humano-Suelo-Vegetal-Animal, equilibradamente, en el no debe quedar ningún espacio vacío y todo lo que allí existe de dichos componentes es sumamente útil. La Agroecología esta en contra de todo lo que atenta contra el ser humano. Por lo tanto esta forma de vida no es posible en el capitalismo.
DPA
http://barinas.me.gob.ve/noticia.php?id_contenido=1545 Referencia MPPE...
MANEJO AGROECOLÓGICO DEL SUELO
Para hablar de manejo agroecológico del suelo, primero debemos entender a que nos referimos cuando hablamos de suelo. El suelo es un organismo vivo que presenta una gran actividad biológica, producto de la enorme cantidad de organismos que lo habitan, en él se encuentran bacterias, hongos, algas, protozoarios, anélidos, etc. De ellos existen cientos de miles en un gramo de suelo y su población aumenta a medida que nos acercamos a la zona radicular inmediata (rizósfera).
Se estima que un metro cuadrado de suelo vivo contiene 10 millones de nematodos, 100 mil colémbolos, 45 mil anélidos, y unos 40 mil insectos y ácaros. Asimismo, un gramo de suelo contiene unas 500 mil bacterias, 400 mil hongos, 50 mil algas y unos 30 mil protozoarios aproximadamente un gramo de suelo vivo además, puede contener más o menos 10 millones de bacterias, pudiendo encontrarse de 100 a 200 millones de bacterias en la rizósfera.
La acción conjunta de los factores bióticos y abióticos en proceso de formación del suelo contribuye a la formación de una capa superficial humosa muy apreciada por los agricultores y las agricultoras.
El humus, es el resultado de la descomposición cíclica de la materia orgánica a consecuencia de la actividad del edafón, que solubiliza y libera los nutrientes a ser absorbidos por las plantas. En condiciones tropicales, la tasa de acumulación de humus en el suelo es baja, por lo que es muy importante fomentar el reciclaje intensivo de la materia orgánica y aplicar técnicas de conservación de suelos. Desde entonces el suelo ha sido objeto de múltiples y detallados estudios, sobre todo por los métodos de la agricultura convencional moderna que se basa en prácticas inadecuadas y nocivas para la fertilidad natural del suelo como:
• Nula diversidad con los sistemas de monocultivo.
• Escasa diversidad en las asociaciones y rotaciones.
• Rotación unilateral (inadecuada) de cultivos.
• Labranza inapropiada e innecesaria.
• Excesiva mecanización que produce alteración y destrucción del suelo.
• Inadecuado manejo de las excretas animales.
• Control químico de plagas y enfermedades.
La agricultura ecológica implica una forma diferente de definir el suelo. Este es visto como la capa superior edafizada viva de la corteza terrestre. En ésta pueden desarrollarse las plantas fuertes y vigorosas. En la agricultura, la fertilidad natural del suelo es la capacidad desostener a la planta e influir en su rendimiento. El suelo junto con factores como el clima y la forma de agricultura dan por resultado la productividad.
"Un suelo vivo y sano producirá más en términos cualitativos y cuantitativos" El suelo se compone de:
• Elementos minerales (restos de rocas –minerales)
• Elementos orgánicos (flora y fauna edafón) mas raíces, residuos animales y vegetales, humus
• Agua (intermediario del metabolismo, intercambio de iones)
• Aire (medidor de nitrógeno, oxígeno, y anhídrido carbónico), el suelo es solo un soporte mecánico para las plantas.
LA FORMACIÓN DEL SUELO
El suelo se ha formado durante millones de años mediante continuos ciclos naturales. Son los llamados factores de formación del mismo, los condicionadores de la naturaleza, duración y velocidad con que ocurren tales procesos.
Estos factores principales son, material parental, clima, organismos, relieve y tiempo. Hay suelos que se han formado a partir de la roca madre, mientras que otros son suelos transportados de origen aluvial, coluvial o por efecto del viento. En muchas partes de los países de América Latina la agricultura tradicional y la convencional se desarrolla en condiciones de laderas. Como consecuencia, la erosión es la causa principal de destrucción de los recursos naturales así como de fomento de la pobreza. Zonas de montaña plantadas con cultivos anuales (principalmente monocultivo) pueden perder, por efecto de las lluvias y el viento, alrededor de 200 et/ha/año y con ello, unos 200 Kg. de nitrógeno, 300 Kg. de fósforo, 2000 Kg. de potasio. 2000 Kg. de matera orgánica y muchos kilogramos de micronutrientes, entre otros. Si no se controla a tiempo, la erosión continuará hasta llegar a la roca madre y poco a poco el agricultor o agricultora ira notando que las raíces tienen más dificultad en profundizarse y tomar los nutrientes, que el suelo retiene poca agua y que los efectos de la sequía, son mayores. Al no poder infiltrarse, el agua descenderá por escorrentía y se llevará más suelo, dificultará cada vez más las labores agrícolas así como el crecimiento de las plantas.
Finalmente, ese proceso anula la viabilidad de la actividad agrícola con el consiguiente éxodo de los agricultores hacia los centros urbanos.
Las prácticas agrícolas como las siembras a favor de la pendiente, araduras profundas, el monocultivo, la no consideración de la agroforestería, el uso de productos agrotóxicos, la quema de pastos, dejar el suelo descubierto mucho tiempo, la no incorporación de materia orgánica, el no uso de barreras vivas, el sobre pastoreó, la falta de una conciencia forestal, el exceso de encalado, entre otros, aceleran el proceso de erosión en relación directa con la fisiografía del terreno. Debemos tener presente que la erosión del suelo no sólo se produce por efecto de la pendiente y la escorrentía, sino también por el mal uso del riego, que incluso en lugares de baja pendiente puede empezar a lavar el horizonte superficial del suelo. Asimismo, el viento (erosión eólica) puede trasportar toneladas de partículas del suelo de un lugar a otro. En ambos casos, las partículas más finas, principales responsables de la fertilidad del mismo, son transportadas con mayor facilidad.
Para controlar la erosión, es necesario conocer la capacidad de uso de cada suelo, mantener la cobertura vegetal es una medida fundamental. Por lo tanto se hace obligatorio desarrollar y poner en práctica la conservación de suelos como un elemento importante dentro de la agricultura ecológica, sobre todo, en lugares donde se practica la agricultura de laderas.