sábado, 5 de marzo de 2022

La formación permanente del personal directivo para mejorar su calidad de la Gestión Educativa. Moraima González Villae CI: 10468220 U.E. ”Nueva Andalucía” Correo: lila_40@hotmail.com

 

La formación permanente del personal directivo para mejorar su calidad de la Gestión Educativa.

 

Moraima González Villae

CI: 10468220

U.E.  ”Nueva Andalucía”

Correo: lila_40@hotmail.com

Resumen:

La formación permanente del director de los planteles de Educación Primaria constituye una de las tareas más fuerte que se le ha presentado al Ministerio de Educación en los últimos tiempos, Su formación  permanente  se  fundamentan  en  los  principios  y  leyes que actualmente regulan dicho proceso en   habilidades y disposición al cambio que posea y adquiera el director .Además que todo esto  serán determinantes para  transformar el proceso educativo y contribuir a mejorar la situación País, a través de la redimensión de la estructura institucional en correspondencia al trabajo pedagógico-didáctico,  curricular,  administrativo,  comunitario  y  socio-político,  considerando  el contexto socio-cultural. Se evidenció que el director posee poca formación específica para dirigir el proceso  educativo  de  una  forma  integral,  organizada,  sistematizada  y  contextualizada  que garantice una comunidad crítica, reflexiva y participativa en el desarrollo.

Palabras claves: Gestión educativa, formación permanente, dirección.

Introducción

En el mundo de hoy con las transformaciones científicas, los planes políticos, económicos y sociales, los cambios paradigmáticos e incluso las variaciones en las condiciones legales se suceden a una velocidad tal, que el conocimiento profesional se des actualiza cada vez con mayor facilidad. De aquí la necesidad de trascender la formación inicial universitaria, a través de programas continuos de capacitación y de actualización con suficiente pertinencia social y con una calidad programática que responda a los desafíos derivados del desempeño laboral en la era de la telemática en tal sentid o la preparación metodológica, administrativa y pedagógica del personal directivo en nuestro país ha venido mejorando desde la reforma constitucional realizada  el presidente Hugo Chávez Frías en 1999. Por convertir la educación en prioridad fundamental en todos los ámbitos.

Debido a esto la constitución en su artículo 102 señala: (…) “desarrollar el potencial creativo de cada ser humano y el pleno ejercicio de su personalidad en una sociedad democrática basada en la valoración ética del trabajo y en la participación activa, consiente y solidaria en los procesos de transformación social consustanciados con los valores de la identidad nacional y con una visión latinoamericana y universal”. Esta intencionalidad de desarrollo del potencial creativo de cada ser humano y el pleno ejercicio de su personalidad aparecen reñidos con las prácticas educativas fragmentarias dirigidas al recorrido y manejo de un sinnúmero de informaciones; Por ello es impostergable la transformación curricular, que nos exige una revisión de conceptos y maneras de hacer que apunten a un quehacer educativo caracterizado por la comprensión crítica y en profundidad del mundo en que vivimos, la discusión y el dialogo informados, organizaciones escolares caracterizadas por la participación, múltiples posibilidades de expresión creativa y exploración de las potencialidades personales. Preparar al personal directivo significa mejorar la calidad educativa y es por ello que el Ministerio Del Poder Popular de La Educación ha centrado sus objetivos en mejorar a través  de jornadas Nacionales de avanzadas con diferentes áreas de especialización que les permite a nuestros y nuestras docentes mejorar en su formación permanente. Bajo el proceso de sistematización los planteles se convierten en esa área común de aprendizaje constante que ayuda al  Poder Popular Para La Educación a motivar bajo la pedagogía del amor a todo ese personal humano que se encuentran dentro y fuera del aula, aportando un grano de arena para mejorar y crecer pedagógicamente.

Ese rigor metodológico utilizado por el docente con función directiva que abre las puertas para crear, mejorar, y  fortalecer la formación grupal; pues los directivos en conjunto al supervisor no solo aprenden de sus experiencias sí no que viven y comparten a nivel de los circuitos escolares esos conocimientos diarios en cada institución educativa, el directivo es quien motiva con amor a sus colegas maestros de aula, especialistas e incluso niños y niñas adolecentes a ser protagonistas del quehacer educativo.

Observación: Análisis de la experiencia.

El personal directivo o cuerpo directivo integrado principalmente por el representante legal de la institución, el director y sus acompañantes, Sub director Académico y el administrativo son los que hacen las tareas cotidianas de supervisar, evaluar, sugerir y orientar al resto de la comunidad educativa en su avance y desarrollo. Es aquí donde sus roles son bastante fuertes y permanentes porque son estos quienes llevan bajo sus sombras la política gubernamental de la educación venezolana, actualmente se les prepara para gerenciar desde la óptica del saber y el aprender haciendo como lo indico el maestro Rodríguez “El docente desde esta perspectiva es el protagonista de su acción participativa, es quien inculca valores, conocimiento y experiencias diarias”. En consecuencia, el docente con función directiva deberá actuar en distintos ámbitos: en la escuela, en la construcción y reconstrucción permanente del saber pedagógico y en las esferas regionales y nacionales, para dar su aporte en la definición de las políticas y los proyectos educativos que el país requiere, es un proceso de formación permanente que avanza a medida en que la reflexión compartida, el cuestionamiento de lo que hacemos, la forma de aproximarnos a las y los estudiantes como su familia y la comunidad vayan generando nuevas maneras del quehacer educativo.

Por otra parte, las exigencias de cambio de la sociedad de hoy obligan a los docentes con función directiva y en general a realizar profundas transformaciones en la formación y la actuación profesional. Se hace necesario, en primer lugar, reflexionar sobre la ética para evitar que estos cambios deriven en un mayor deterioro de ciertos sectores de la sociedad. Específicamente, se considera que a la educación pública que en el cumplimiento de su misión, le corresponde asumir la formación de sus profesionales desde una perspectiva de equidad, calidad y pertinencia social, ya que cuenta con autonomía académica para plantearse nuevas maneras de adquirir y producir el conocimiento, a la par de garantizar una amplia cobertura nacional, conscientes de esta responsabilidad, se diseñó un proyecto de trabajo cuyo objetivo central fue el de implementar un programa integral de formación permanente del docente con función Directiva y Supervisora en la escuela que garantice su participación en la construcción colectiva del saber pedagógico a través de la estructuración de redes escolares con apoyo telemático.

En una perspectiva cultural moderna, el docente con función Directiva y Supervisora es el centro de donde nace y desde donde se programa la acción. Se afirma que la cultura social dominante en el contexto político y económico al que pertenece la escuela impregna inevitablemente los intercambios humanos que se producen en ella. La heterogeneidad en la práctica explica por qué cada programa, cada centro, cada docente y cada estudiante presentan una casuística distinta. De allí que la dinámica pedagógica sea tan rica y variada que hace de cada práctica una experiencia única, valorando así el verdadero equilibrio entre la autonomía profesional y la necesidad de responder a un compromiso social de igualdad. Cada experiencia educativa es diferente, pequeñas realidades particulares que se van construyendo cotidianamente en la escuela expresan la historia, la sociedad y la cultura de cada uno de los actores que participan en esa compleja realidad.

Es en definitiva el docente directivo y supervisor, en su rol de mediador del aprendizaje, es  quien puede armonizar las individualidades de un grupo, sin perder el ideal de igualdad. El reto, en esta ocasión, lo impone la diversidad cultural y las diferencias socioeconómicas de los que conforman la escuela de hoy. Desde la perspectiva dominante en la universidad de hoy, el saber pedagógico se entiende como un saber normativo, por tanto transmisible y aprenderle a través de procesos instruccionales. Cuando actúa así, la universidad formadora de docentes se considera depositaria de tales saberes y por tanto, tiende a desconocer el carácter reconstructivo del saber pedagógico.

 Para responder a esta inquietud, las instituciones responsables de la formación de profesores/as deben abrirse a la dinámica de la construcción del conocimiento y a la participación del docente en ella. Asimismo, deben interactuar con la escuela, de múltiples formas, para actualizar sus procesos de formación profesional, tanto en didáctica como en los contenidos de las distintas disciplinas.  

La formación del profesorado orientada a la indagación de su realidad docente pone énfasis sobre el desarrollo de habilidades de investigación en la enseñanza, así como en los contextos multidimensionales que le conciernen. Si bien este planteamiento reconoce la importancia de las habilidades técnicas de enseñanza, no las considera más que como medios para otros objetivos más importantes. Quienes valoran los aspectos relacionados con el propósito, consideran que la investigación crítica constituye un aspecto necesario para el logro de tales objetivos. Una perspectiva compleja, crítica y constructivista de la formación del profesorado implica, como meta estratégica, una concepción investigativa del trabajo docente.

Como afirma Hernández (1999), “la formación de los docentes con función directiva y supervisora debe estar provista de las herramientas conceptuales necesarias para analizar su entorno y para construir conocimiento pertinente para los requerimientos sociales. El maestro  con función directiva y supervisor  debe convertirse en un investigador de necesidades y potencialidades de la comunidad, debe ser capaz de trabajar en equipo en la realización de una tarea compartida, debe reflexionar sobre su práctica para transformarla o modificarla, atendiendo al saber educativo que posee, al conjunto de saberes que debe recontextualizar y a las herramientas de que dispone para llevar a cabo su tareas.”

El autor de esta cita refiere que el director debe poseer conocimientos para analizar su entorno y así realizar mejor su labor, para ello es necesario convertirse en ese investigador nato capaz de analizar su entorno e involucrarse  con su comunidad e interactuar con ella. Poniéndole  atención a las herramientas que posee y sobre todo trabajar en conjunto con los demás. Igualmente es importante señalar que nuestra formación como directivo en el programa  del PNFA en dirección y supervision ha permitido una mejor relación interinstitucional, se ha realizado intercambios con otros colegas de otras escuelas las cuales han sido enriquecedora. Permitiendo  el intercambio de experiencias y saberes.

“Es imperativo recalcar que hay una parte del saber pedagógico que se construye sobre la práctica misma, al relacionar los saberes académicos con los que permiten comprender y reorientar la práctica pedagógica” (Rodríguez, 2000).

Como indica el autor la educación no sólo transmite los saberes constituidos y legitimados socialmente, sino que asegura unas condiciones óptimas para que las personas Desplieguen sus potencialidades y capacidades cognitivas, afectivas, sociales y de aprendizaje.

 Esto cambia el rol del docente (Coll, 1998).El docente, en su práctica cotidiana, e inmerso en un medio ecológico complejo y cambiante, tiene presente conocimientos que ha adquirido social y culturalmente, los cuales van más allá de su formación como maestro, y más allá de sus conocimientos técnicos. De forma tal que los docentes deben sentirse protagonistas en la construcción del saber pedagógico y para ello requieren investigar su propia práctica y compartir los resultados con otros investigadores de la docencia. Esto refuerza su compromiso social y propicio un nivel de reflexión elevado que les permitió alcanzar una autonomía de acción profesional y mejorar su papel de mediador de los aprendizajes. Se les exige comprensión de la realidad, que lleguen a la naturaleza del ajuste o transformación para cambiar una estrategia, que indaguen y emprendan investigaciones sobre su práctica docente para introducir cambios, que luego valorarán para reafirmar o modificar.

 Por lo tanto, Vemos en esta cita una concepción crítica de la formación de los docentes que nos permite  basarnos en una visión integradora de las relaciones entre conocimiento disciplinar, conocimiento experiencial e ideología subyacente, a través de principios como el respeto a la autonomía, el reconocimiento de la diversidad de significados y la negociación argumentada y crítica de los mismos  En otras palabras, el docente con función  directiva y supervisora debemos  reflexionar permanentemente sobre nuestra  acción pedagógica, para programarla, reprogramarla y para valorar sus logros, con el fin de incidir en la transformación de la realidad educativa que involucra a sus maestros/as y a sí mismo. Nosotros los directivos y supervisores  debemos abrirnos para comprender el impacto de nuestras  acciones más allá de nuestras intenciones.

Desde esta orientación social el directivo es un profesional autónomo que reflexiona críticamente sobre su práctica para comprender tanto las características específicas de los procesos de enseñanza-aprendizaje, como el contexto en que tienen lugar, de manera que su acción facilita el desarrollo autónomo y emancipador de los que participan en la gestión educativa. Al respecto.

 De la Torre y otros (1994) afirman que “los períodos o situaciones de cambio requieren de mayor reflexión para encajarlos positivamente, para convertir conocimientos y habilidades en nuevas actitudes, comportamientos e innovaciones de valor. En el contexto sociocultural actual, en donde la educación cobra un papel fundamental y la escuela parece perder centralidad como institución formadora, es importante rescatar su legitimidad”.

En este sentido nosotros los directivos  de la U.E. Nueva Andalucía abordamos la realidad para comprender su especificidad desde sus propias significaciones y articulaciones. Poco a poco hemos utilizado, procedimientos metodológicos sensibles a la complejidad inherente a toda situación educativa para reconstruir la realidad. Hemos tomado decisiones que orientan nuestra  acción y además nos han permitido apoyarnos en un marco ideológico-axiológico, para poder  ver la vida, en su relación con los demás, igualmente en nuestra  misión como profesional, y en nuestra  pertenencia a una cultura nos señalan que: Los aspectos cognoscitivos y valorativos de la actividad del docente son algo así como expresiones de la propia actividad práctica, en el marco histórico social en que se desarrolla el proceso docente educativo, de la cual emergen y a la cual retornan.

Lo anteriormente expuesto demuestra la importancia de compartir experiencias para luego analizarlas colectivamente en los centros educativos, de documentarse y enlazarse con otros grupos con la finalidad de configurar una red que trascienda a lo local y establezca las interacciones necesarias para el propósito expuesto de  que el directivo sea más dado a su gestión educativa .y permita el intercambio grupal. Además, se hace necesario potenciar proyectos de formación e investigación en las áreas de dirección y supervisión incidir en el desarrollo constructivo del pensamiento pedagógico. Se podría afirmar entonces, que la relación entre los docentes es fundamental para su formación, por cuanto parte de intereses laborales similares.

En esta interacción se ponen en juego posiciones y concepciones sobre el trabajo, sobre los programas, sobre sus estudiantes y sobre ellos mismos, que les permiten reflexionar en la búsqueda de alternativas de solución a los problemas detectados en las aulas. Las transformaciones tecnológicas y políticas, así como el surgimiento de nuevos paradigmas en las últimas décadas a nivel mundial, han replanteado la función social del sistema escolar, lo que afecta directamente las actividades de la acción educativa. Durante estos últimos años han aparecido en la sociedad una serie de nuevos medios de comunicación e información, que la están transformando sensiblemente.

En tal sentido, las personas comprometidas en el desarrollo de procesos educativos han de indagar el lugar que la tecnología y los nuevos desarrollos en esta área deben tener en la escuela. La formación del personal directivo es un aspecto esencial si se pretende el deseado cambio de la escuela desde la explotación racional de innovaciones tecnológicas en sus entornos de desarrollo

De esta manera se eleva la calidad de la educación y se ofrecen formas concretas de equidad y pertinencia social. Los rápidos progresos de estas tecnologías brindan posibilidades para la educación y la enseñanza, al mejorar la manera de producir, organizar y difundir el saber y el acceso al mismo. De igual modo, constituyen un instrumento, una herramienta importante para impulsar con éxito los procesos educativos, en este caso, para formar a los docentes, siempre y cuando se les facilite el acceso desde sus propios centros de trabajo. Además, esta nueva visión permite responder con calidad a la creciente demanda de formación que exige la sociedad venezolana para este profesional. Ante el reto que significa la formación de los docentes con función directiva ubicados en cualquier lugar del país, se debe plantear el reto de utilizar las potencialidades de las tecnologías para la educación continua de los docentes con función directiva y supervisora. 

Esta situación obliga a incursionar en una modalidad educativa que brinde posibilidades de alta cobertura geográfica sin perder calidad, como es la educación a distancia interactiva y la conformación de redes telemáticas entre los docentes que están en las aulas y los profesores universitarios. Por otra parte, esta modalidad facilita la manera de aprovechar al máximo la capacidad y el compromiso de importantes especialistas comprometidos con esta iniciativa, que no podrían desplazarse a nivel nacional y mucho menos atender una cantidad y diversidad de consultas desde cualquier rincón del país.

 En síntesis, la formación de los docentes con función directiva y supervisora  es parte esencial de la calidad del proceso educativo en su conjunto. De allí el compromiso universitario de no aislarse de la escuela, de contribuir para que se convierta en un centro que promueva la auto renovación continua y responsable de los/as profesores con las tecnologías de la informática y la telemática. Se intenta así vincular el desarrollo profesional del docente a su centro de trabajo para superar los planeamientos individualistas y academicistas que pretenden separar la superación personal de la institucional. Específicamente se emplean estas tecnologías como apoyo didáctico desde la escuela y como mecanismo de comunicación entre los docentes en las escuelas  e investigadores universitarios.

 

Lo señalado anteriormente demanda acciones y estrategias que contribuyan a mejorar la formación docente. Para ello es necesario el desarrollo de un programa integral y permanente en la escuela que garantice su participación en la construcción colectiva del saber pedagógico en interacción con sus pares, con sus alumnos y con su comunidad.

Luego de cada taller, de cada congreso, de cada clase de asesoría y acompañamiento  en las prácticas pedagógicas nosotros los  docentes con función directiva vemos con gran interés, promover la autoformación del docente en la adquisición de una nueva cultura pedagógica y garantizar el protagonismo, la autonomía, la invención y la reflexión permanente del docente para la transformación de la realidad educativa en cada uno de los planteles que estamos haciendo vida.

De esta manera se recontextualiza la acción pedagógica a la vez que se reconstruye el saber pedagógico. Sobre la creencia de que el conocimiento profesional se origina en la propia práctica profesional (Tejada, 2000).”

Esta propuesta del Programa de Formación Permanente para el directivo en Dirección y Supervisión  incorporó el resultado de una investigación realizada por el magisterio venezolano lo cual permitió, en algunos casos, validar planteamientos ya hechos y, en otros, ampliar las argumentaciones teóricas y prácticas. Durante la realización del estudio, surgieron múltiples reflexiones colectivas de experiencias concretas que han vivido cientos de docentes, las cuales han permitido confrontar los planteamientos teóricos con la práctica en las escuelas. Además los docentes de cada centro han venido conformando grupos, preferiblemente interdisciplinarios, que actúan como círculos de estudio para intercambiar experiencias e incorporarlas de manera individual y colectiva a la red, dependiendo del caso.

La evaluación de esta experiencia ha permitido determinar el alcance y el modo como se va incorporando la tecnología a distancia para asesorar el trabajo individual del director en la escuela y el trabajo circuítal. Por otra parte, la Red Telemática entre las Escuelas, o plataforma de un campo virtual, permite fluidez en la información bilateral y multilateral para que los investigadores avancen en sus proyectos, y puedan tener publicación de resultados del trabajo individual o en equipos  en los diversos centros educativos.

El programa integral de formación permanente del docente con función directiva y supervisora en la escuela garantiza la participación en la construcción colectiva del saber pedagógico a través de la estructuración de redes escolares con apoyo telemático. Para ello, se organizaron talleres presenciales y virtuales apoyados en tecnologías para construir caminos propios de aprendizaje y se crearon condiciones para la asesoría y el acompañamiento en las prácticas pedagógicas de los docentes en sus aulas.

Como ya fue señalado, con esto se pretende contribuir con la formación de herramientas pedagógicas que eleven la disposición para superar las propias limitaciones del docente con el propósito de socializar y de combatir el individualismo, la falta de solidaridad, las carencias socioculturales de los/as alumnos/as y del entorno escolar. Lo anterior explica el esfuerzo que se realiza para aportar una propuesta de masificación con calidad para formar al docente venezolano a partir de la reflexión de su propia práctica, con una visión protagónica de la construcción del saber pedagógico. Con esta red para la construcción de una nueva cultura en este campo se aspira incidir en la formación permanente de herramientas para el desarrollo individual y colectivo del docente en la escuela y propiciar la reflexión sobre la práctica en el aula para la formación y construcción de saberes pedagogía.

Bibliografía:

     http://www.scielo.org.ve

v  MPPPE; Proceso de transformación curricular en educación media

v  Becerra 2006; la formación del docente integrador

v  Constitución de la república Bolivariana De Venezuela (1999)

v  MPPPE 2014 informe integrado de la consulta nacional por la calidad educativa

v  TEJADA FERNANDEZ JOSE. Perfiles y competencias de los profesores de la formación. (2000)

v  TEJADA FERNANDEZ (1998). El papel del profesor en la innovación educativa.

v  TORRES, S. DE LA, OTROS. (1998). Como innovar en los  centros educativos. Madrid. Escuela Española

v   (COOL 1998). COLL Salvador .Aprendizaje escolar y construcción del conocimiento (1998).

v  Sebastián Rodríguez Espinor (2000). La Orientación y función del docente, La Orientación Educativa

                             

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